Seguramente serán incontables las veces que Sean Lennon habrá intentado deshacerse un poco del lastre (bendito lastre) que conlleva ser hijo de quien es. Sin embargo, su imagen pública no puede ser más cercana a la de su padre John. Su música, en cambio, ni se aleja ni se aproxima a la de John Lennon, simplemente no es necesario compararla ya que más de 20 años separan a ambos.
Su disco "Friendly Fire" incluye un buen número de buenas canciones en las que su voz puede resultar ciertamente cansina si las oimos todas seguidas. Recomiendo escucharlo en pequeñas dosis. Os acompaño la performance de "Dead Meat", la canción que abre el álbum, en un Late Show americano...¿por qué no harán aquí actaciones así?