Ya hablamos de ellos aquí en el blog con su espectacular trabajo anterior. Ese "Oh my God, Charlie Darwin" era un extraordinario trabajo de principio a fin.
Y en este 2011 han publicado "Smart Flesh". Y un servidor ha cogido este disco con el entusiasmo del buen sabor de boca dejado por aquel. Y este servidor se ha defraudado.
Sí es cierto que el disco tiene temas muy buenos como "Boeing 737" y que comienza prometiendo ser una digna continuación del "Oh my God..." pero esa sensación se desvanece enseguida. El disco se va quedando sin fuelle según avanzan los temas aunque deja una buena sensación final con una pequeña remontada en los dos últimos temas.
Pero estoy hablando de gustos. Los discos gustan o no. Y a mi este disco me he dejado un poco frío. Sin embargo quiero romper una lanza por ellos. Se han esforzado en conseguir un sonido "auténtico" hasta el punto de grabarlo "al natural" en una vieja fábrica abandonada, intentando lograr una sensación de amplitud, grabando los temas directamente a un micro colocado a algunos metros. Han restaurado y recuperado instrumentos caídos en desuso. Y esa intención artística y casi manual es de agradecer en los tiempos que corren.
Pero el resultado no llega a ser convincente al cien por cien y se queda en la mitad de camino, entre algo sublime y algo infumable.
El disco tiene sus matices, sus grandes momentos que alterna con sinsentidos; pero sólo logra una nota media, aunque también deja una sensación de que nos perdemos algo, por eso seguiré escuchándolo un tiempo más...


Ghost Woman Blues (grabado en la fábrica que os comentaba...)




Boeing 737




Que lo disfruteis...