Era esta una cita casi obligada a los que amamos la música. Ver a Patti Smith siempre debe de ser motivo de celebración. Una de esas celebridades del mundo de la música de todos los tiempos y justo días después de haber recibido en Estocolmo el premio Polar de la Música – junto a Kronos Quartet – algo así como el equivalente del Nobel de la Música. En esta ocasión Patti venía acompañada de Lenny Kane (su guitarrista desde siempre) y Tony Shanahan que alternaba bajo acústico y piano, aunque hubo también alguna sorpresa más sobre el escenario…

Me costó lo mío entrar, ya que llegue tarde y no había podido conseguir invitación para entrar en el interior del Auditorio Víctor Villegas donde se celebraba el concierto así que me tocó hacer cola, intentar convencer a los porteros… pero éramos muchos lo que estábamos en la puerta intentándolo. Pasados veinte minutos del inicio del concierto comenzaron a salir algunos de los que asistían al concierto y pedimos su entrada con lo que nos dejaron entrar los porteros que custodiaban la entrada. Aunque con veinte minutos de retraso la sensación fue totalmente satisfactoria. Se puede decir que mi concierto fue perfecto. Toda una retahíla de sus grandes éxitos que ponían la piel de gallina pese a lo parco del espectáculo. "Gloria", "Rock'n'Roll Nigger", "Perfect", "Dancing barefoot", "Because the night", "Fade away"… o incluso un homenaje a Severiano Ballesteros – fallecido aquel mismo sábado – con el tema "Wing" que según ella era el más admirado golfista de su marido fallecido Fred Sonic Smith (MC5). "Southern" también fue dedicada al recientemente desaparecido escritor chileno Roberto Bolaño. Y no podía haber concierto sin sorpresa. Para el tema "People have the power" salió al escenario Antonio Luque (Sr. Chinarro) para acompañar a la señora Smith a la guitarra. Como el propio Antonio dijo, un lujo poder compartir escenario con todo un mito viviente, con el que también participó en una mesa redonda esa misma mañana junto a Lara López (RNE) y alguien tan diametralmente opuesto (¿…?) como Manolo Martínez (Astrud).

En fin, todo un lujo poder haber visto en su auténtica salsa a Patti Smith, a la que se veía realmente contenta – son 65 añitos ya, eh... –, sorprendida ante la acogida del público – éste estaba totalmente entregado –, dándolo todo sobre el escenario y una auténtica injusticia para la cantidad de gente que se quedaron en las puertas del Auditorio que para mí se está convirtiendo, año tras año, en lo mejor que nos ofrece el festival, salvando las distancias con lo que puede ser un concierto con cerveza, cigarrillos, saltos y mucho sudor. Eso es algo completamente distinto.

Para no ser demasiado aburrido o pretencioso voy con un par de canciones de los más aclamados en el concierto: "Dancing barefoot" y el tema que el Boss le cedió "Because the night", en esta ocasión no acompañada a la guitarra por su inseparable Lenny Kaye sino por Jackson Smith, su hijo.

Un saludo y feliz escucha.



Patti Smith – “Because the night”.



Patti Smith – “Dancing Barefoot”.